Los orígenes se remontan a la Edad Antigua, con unos dispositivos de elevación realizados con palancas, poleas, rodillos y planos inclinados. Con el paso de los años, se fueron cambiando los sistemas hasta dar con la rueda de grúa, la cual se mantuvo hasta la Edad Media.
En 1830, se optó por un servicio de montacargas accionado por una máquina en la ciudad de Derby (Inglaterra), y en 1857 se instaló el primer ascensor para personas en los grandes almacenes de E. V. Haughwout & Co.e en Nueva York.
A finales del Siglo XIX, entraron en escena el ascensor hidráulico y la tracción eléctrica, la cual dio lugar a los sistemas operativos simples y automáticos, hasta el punto de tener novedades actuales como el control de señal y otros sistemas de control para garantizar una mayor comodidad y seguridad en los ascensores.
Nuestra empresa lleva a cabo una gestión integral de los ascensores, incluyendo la instalación de estos aparatos en los edificios de nuestros clientes y ejecutando las pruebas pertinentes para comprobar que funciona correctamente. ¡Llámanos!